El citrato y el lactato de magnesio son formas altamente absorbibles de este mineral, pero con diferencias clave. El citrato es más eficaz como laxante y para efectos rápidos, mientras el lactato es mejor tolerado y apto para uso continuo. Elegir entre ellos depende de tu sensibilidad digestiva y objetivos de salud. Consultar al médico siempre es la mejor opción.